miércoles, 1 de septiembre de 2010

NUESTROS TÍTERES

El Mago, mi primer títere de calcetín, ¿No tiene cara de bonachón? Si hasta se prestó para hacer de Rey Mago en Navidad ¡y tiene pasta de artista!

Este burro se empeñó en ser burro, Begoña creía que sería conejo, pero ¡qué va!, estaba decidido a no ir a la escuela. Los pajaritos en su nido son un regalo que le hice a Noemí, mi compañera de grupo.


Manolo y Catalina, unos gusanitos
muy simpáticos .¿Les cuento un secreto?, están
enamorados.






Tino y Tina, ellos también son actores, así que de vez en cuando los podréis ver vestidos de príncipe y princesa o de hada y caballero. Dicen que se sienten encasillados y quieren probar otros registros, así que veremos qué personajes les damos la próxima vez.

  
Estas ranas están que se salen, participaron en el festival de fin de curso del cole, y desde entonces se creen estrellas de Brodway.

ASÍ NACIÓ TITIRITABLES

Un nacimiento es un acontecimiento indescriptible, algo que hay que festejar, y que mejor forma de hacerlo que gritar a los cuatro vientos, pero como viento no hay, voy escribir que es menos ruidoso y no molesto a los vecinos. ¡Nace Titiritables!. No pongáis esa cara, no es un niño, no se nos ocurriría ponerle ese nombre a un niño, no, es un grupo de Teatro de Títeres, o mas bien un mini grupo, o un par de locas de los títeres que han  decidido ir mas allá. Pero voy a comenzar por el principio de esta historia. Pertenezco a un grupo de teatro, GRUP DE TEATRO TABLES DE ONIL, también es un grupo joven (el grupo, no la gente, la gente ya tiene algunos añitos ) que desde hace unos años nos dedicamos a eso, a actuar. Realizamos obras de teatro para adultos , monólogos , cuenta cuentos, algo que nos llena el alma, sobre todo porque en poco tiempo hemos logrado mucho, no solo por el reconocimiento de la gente a nuestro trabajo, ya que nos han seleccionado en varios Certámenes de Teatro Amateur, sino por la satisfacción que nos da el poder hacer lo que mas nos gusta; "actuar".

  Yo siempre tuve una espinita con los títeres, mas que espinita unas ganas locas de meterme en ese maravilloso mundo, y por esas vueltas de la vida, llamémosle casualidades o coincidencias o como prefieran, conocí en el cole de mis hijos a unas maestras de infantil  que sin saberlo cambiaron mi vida;Yolanda e Isabel. Ellas son ese tipo de maestra que todos quisiéramos que pasaran por la vida de nuestros hijos, maestras que eligieron serlo con el corazón y que dedican mas horas de las que figuran en su contrato a sus niños, o sea, a los nuestros.
El caso es que comencé a hacer cuenta cuentos en el cole para los peques (cosa que disfruto como una enana) y como éstas maestras no paran quietas y siempre están ideando alguna que otra cosilla, un buen día tuvieron la fantástica idea de invitarme a un taller, ¿un taller ? ¿de que? , pregunte, ¡es una sorpresa! me dijeron. Realmente yo no sabía ni a lo que iba, pero como todo lo que organizan ellas es genial, me apunté sin pensarlo. El papel que me dieron decía entre otras cosas, que debía llevar ropa cómoda, ganas de jugar y calcetines de colores.Me vinieron a la cabeza varias ideas, y como me gustan las sorpresas llegué temprano al cole. En la sala de música, varias maestras esperaban lo mismo que yo, saber de qué se trataba aquello, y fue allí cuando el misterio se desveló, llegó Doris, otra fantástica docente, llena de vida, de magia , de ganas de compartir todo lo que sabe y ayudar a todo el que lo necesite. 
¿Como describir ese día? sinceramente me sentí una niña, Doris nos introdujo a través del juego, las canciones , las risas y alguna que otra lágrima al mundo de los títeres. 
Después de jugar nos pusimos manos a la obra y nació  mi primer títere, un viejo mago, con cara de bonachón y barba blanca. En ese taller, Doris nos regaló una actuación junto a Yolanda , Isabel y sus títeres. Fue en ese momento cuando descubrí que sin saberlo, yo era parte de todo eso, que dentro de mi había un montón de títeres e historia preparadas para nacer, las ideas se agolparon en mi cabeza y no pasó mucho tiempo para que las pusiera en práctica. Debo decirles que desde ese día no he parado de hacer títeres; de calcetín, de goma espuma, de material de reciclaje....y claro, llevé la inquietud a mis compañeros de teatro  y a una nueva integrante del grupo, Begoña, que se ha contagiado de mi entusiasmo y ha dejado salir la capacidad que tiene para transmitir emociones a través de sus manos, dando vida a unos personajes maravillosos.



Ella es mi compañera en esta aventura, en la que decidimos embarcarnos compartiendo tardes de dedos pegoteados con cola de contacto, de personajes que se crean entre nuestras manos a los que les ponemos nombre y les buscamos ropita como cuando eramos niñas y jugábamos a las muñecas. Invadimos nuestras casas, sofás y mesas con nuestros proyectos y mandamos a nuestros maridos y a los niños a comer a la " mesita del salón", y de paso "ver la tele", porque no podemos dejar de darle forma a ese títere que desde hace horas, se empeña en ser lo que él quiere y no lo que nos hemos propuesto que sea, hasta que lo aceptamos y lo queremos tal cual es, porque los títeres, como los niños, tiene su propia personalidad desde antes de nacer.
Como veis nos divertimos un montón, pero de eso se trata ¿no? de hacer cosas que nos llenen el alma, de disfrutar y divertirnos.
Pues esta es nuestra historia, así nació TITIRITABLES, por hoy los dejo, otro días les cuento sus primeros pasos. ¡Hasta pronto!
                                             

                                                                  Cecilia Martínez